Ayer pasamos un sábado de turistas por Valencia. Fuimos en moto y nos acompañaban Vicente y Teresa. Les enseñamos todo el centro de Valencia, que cada vez que lo visito me gusta más, sus edificios antiguos me fascinan, la catedral, la iglesia de la Virgen de los desamparados, Santa Catalina, la plaza del ayuntamiento...Subimos al Micalet, un buen ejercicio para nuestras piernas, escalón tras escalón, yo siempre regreso atrás, a los campaneros de antaño, subiendo a tocar las campanas a mano, quedándose muchas horas en soledad en lo alto de la torre pendientes del reloj...en fin, cuando llegas arriba uno respira de alivio y de satisfacción ante las preciosas vistas de Valencia que se tiene ante los ojos. Se ve el mar a lo lejos, se ve toda la ciudad, y es curioso lo diferente que la hace la altura, parece otra, parece que se rinda a nuestros pies...Otro lugar que visitamos, yo diria que es mi preferido en Valencia, es, la Plaza redonda, con sus puestos antiguos de costura, sus balcones rodeando la plaza, sus calles estrechas alrededor...Tras la visita a la ciudad nos fuimos al Palmar a disfrutar de la comida típica valenciana, y después dimos un paseo en barca por la Albufera donde he disfrutado muchas veces de los más bonitos atardeceres que he visto jamás. Me relaja especialmente adentrarme entre los cañares,ver las aves que se acercan a la barca, las preciosas garzas quietas como estatuas, algunas desplegando sus impresionantes alas sobre nuestras cabezas, los peces dando saltos, salpicándolos de agua, en fin, me hace salir de la rutina y de la civilización, y esto siempre es un placer.
Por último, un paseo por la Ciudad de las Ciencias, impresionante y para merendar, como no, ¡horchata valenciana!, este fue mi día de ayer, un lujo ¿no?, ¿qué más se puede pedir?.
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